
A la gente más joven que padece esta enfermedad quisiera enviarles un mensaje de absoluta confianza en que, más pronto que tarde, os vereis libres de estas cadenas. No perdais la ilusión ni la esperanza. Ya sé que cada vez nos cuesta más seguir adelante. Pero hemos de superarnos y dar ejemplo de vitalidad y de ilusión.
La ciencia y la investigación están haciendo su trabajo y avanzan sin cesar. Pero mientras tanto, nosotros no hemos de abandonar nuestras relaciones sociales, aunque nos cueste hablar o tengamos que andar con una silla; hagamos ejercicio físico, todo lo que podamos y en la medida de nuestras posibilidades; no olvidemos la actividad mental a través de la lectura, la música, el cine, el internet, las redes sociales, etc.; y sobre todo, seamos positivos y vitalistas, no hagamos sufrir más a quienes nos quieren, que no nos vean tristes ni pesimistas.
Desde Santander, mucho ánimo a tod@s y un fuerte abrazo.
